A partir de los 11 años comienza a manifestarse la madurez sexual y hasta los 16 años viene la culminación de los cambios físicos, que provocan desajustes emocionales. Ambos sexos experimentan un rápido crecimiento en estatura, peso y desarrollo de los sistemas muscular y óseo. Durante la pubertad los órganos reproductores femeninos y masculinos crecen y maduran características sexuales primarias. Las características sexuales secundarias son externas: desarrollo de senos y menstruación en mujeres; y ensanchamiento de espalda, cambio de la voz y piel en hombres, así como crecimiento de vello corporal en ambos. Socialmente: Cuestionan la autoridad de los adultos. Defienden sus derecho de intereses propios. Defienden su privacidad. Evitan estar solos. Actitud de rebeldía. Demanda de independencia. Quieren pasar el mayor tiempo posible con los amigos de su edad para encontrar comprensión frente a sus cambios. Tendencia a tomar riesgos, lo cual puede propiciar accidentes, adicciones, homicidios, embarazos no deseados e incluso el suicidio. Alrededor de los 18 años pueden construir un proyecto de vida. Sugerencias Tener paciencia y saber diferenciar cada cambio y comportamiento en sus hijos adolescentes puede ser la clave para apoyarlos durante esta etapa. En esta etapa se empieza a desarrollar un sentido de independencia y por ello muestran deseos de querer alejarse paulatinamente de sus padres. Si se le regaña o impone sanciones al adolescente, es probable que se sienta manipulado, presionado o castigado, y por lo tanto se resista a modificar su comportamiento. La autoridad del adulto se debe ir transformando en orientación y guía conforme el hijo adquiere madurez.